martes, 11 de junio de 2013

Regalo matutino

Es una de las dos cosas maravillosas 
que me ocurren por la mañana.
Despertar con su olor.
Olor que me motiva 
y sacude de la cama 
para ir a tientas a su encuentro 
y mirarlo así, 
dentro de ese espacio blanco 
que lo recoge 
y deja ir con gratuidad.
Para luego sentir
cómo recorre mi cuerpo,
cómo mis venas cobran vida
convenciendo a mi cerebro 
de estar dispuesto a seguir.
No hay nadie como él: 
mi fuerte y siempre oportuno café.

4 comentarios:

  1. Qué bueno! yo me apunto eso!!! Soy un adicto al café! Sin él no sobreviviría por la mañana. Iría dormido :) Un abrazo!

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  2. Buenísimo Denisse ...me ha encantado...solo su olor ya te despierta...un abrazo!

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  3. muy bueno.que barbaro y yo imaginandomelo a el jj y es café jjjjjjjjjjjjjjj .Bss

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